El Pelícano Pardo, conocido en los estudios formales por Pelecanus occidentalis, es una de las aves más interesantes que conocemos. No es un ave rara, al contrario, en muchos embarcaderos y puertos es sumamente común. Este pelícano es bien persistente y aparentemente es su propósito eventualmente ser adoptado por el hombre. A pesar de su gran tamaño, fuerte pico y los abusos cometidos por algunas personas, no sabemos ni siquiera de un solo caso donde un miembro de esta especie haya agredido a una persona.

Hemos tenido que darle un formato algo diferente a las páginas de este pelícano debido a la cantidad de información que presentamos. En esta página incluimos información general y el resto de los datos los presentamos en las siguientes páginas:

El Pelícano Pardo lo encontramos en las costas de las Américas. En el Atlántico habita desde Nueva York hasta la desembocadura del Amazonas, habiendo sido documentado en Nueva Escocia al norte, y Río de Janeiro al sur; se le ha visto en las Bermudas. También se encuentra presente en todas las islas del Caribe. En el Pacífico se ubica desde la isla de Vancouver hasta el sur de Ecuador. Una subespecie es endémica de las Islas Galápagos.

Este pelícano no es migratorio; es una especie más bien sedentaria donde la mayoría de los adultos permanecen todo el año cerca del lugar donde anidan. Aun así, durante el verano algunos individuos y mucho de los jóvenes se trasladan de un lugar a otro. Normalmente a lo largo de la costa marina; no es extraño verlo unos kilómetros tierra adentro sobre todo si existen lagos. Casi todos retornan a su colonia pero cuando algunos de ellos encuentran un hábitat donde puedan subsistir se quedan y comienzan una nueva colonia; claro muchos perecen en el intento. Durante esta temporada de desplazamiento no es raro que algún individuo vuele río arriba llegando bien lejos en el Mississippi, el Colorado u otro río. No es una migración, más bien una expansión de la ubicación. Durante las tormentas y temporales es muy usual que algunos se extravíen y terminen en lugares remotos, tanto tierra adentro como mar abierto.

Por favor consulte la Taxonomía si desea ver los límites de la distribución de cada subespecie. Allí también tenemos datos más exactos con respecto a la localidad de algunas colonias.

Durante las décadas de 1960 y 1970 estuvo muy cerca de desaparecer en América del Norte debido a los insecticidas. Razón por la cual fue incluido en la lista de especies amenazadas. La recuperación ha sido extraordinaria, hoy en día ya se le ve en grandes números en muchas de aquellas áreas donde fue afectado. A pesar que permanece una especie considerada vulnerable, ya no se considera amenazada.

Esta ave se ha adaptado a las ventajas que proveen las ricas costas marinas. No son muy particulares con respecto a la topografía; se les ve en las playas de arena, en los acantilados rocosos, en los manglares, en lugares donde hay árboles, y en fin el terreno no demuestra ser significante siempre y cuando sea la costa del mar. Se ha adaptado muy bien a las construcciones nuestras y es sumamente común en los puertos y otros lugares frecuentados por pescadores.

Durante el vuelo el Pelícano Pardo descansa la cabeza en el cuello, el cual es ligeramente doblado hacia atrás y sobre el cuerpo. El largo pico sobresale hacia adelante, indicando la trayectoria. Las largas y anchas alas son extendidas del todo, tal vez agitándola lentamente. De esta forma planea las corrientes de aire de las costas marinas.

Forma de las alas: Las alas del Pelícano Pardo son similares a la de los otros pelícanos. Son largas, relativamente anchas, con un área rectangular, terminada en plumas separadas (en forma de los dedos de una mano abierta). Estas alas son típicas de las aves que emplean las corrientes termales para obtener altura y después planear; lo cual los otros pelícanos hacen. Pero rara vez se le ve al Pelícano Pardo volando de esta forma. Lo interesante de este pelícano es que usualmente planea no muy alto y se comporta como otras aves marinas con alas muy diferentes.

Patrón del vuelo: Cerca de las colonias se ven a estos pelícanos volando en todas direcciones. Algunos grupos pequeños circulan la isla, otros se alejan y regresan a diferentes alturas. Sin embargo, de vez en cuando un grupo se asocia para ir a pescar en alguna localidad lejana. En estos vuelos de distancia forman dos patrones básicos; en forma de “V” como lo hacen los gansos y en fila india.

Fila india: Cuando proceden en una fila o línea no es una línea derecha, es algo distorsionada hacia un lado. Cada pelícano vuela un poco hacia el lado del que le precede. Este patrón es como el de una pata de la forma en “V”. Usualmente tres o cuatro individuos son vistos volando en esta forma, pero no es sorprendente ver de cincuenta a setenta de ellos cuando están regresando al nido. Líneas de hasta 115 pelícanos han sido vistas.

El relevo: En ambas formas de vuelo los pelícanos vuelan relativamente cerca de cada otro. Ocasionalmente el orden se rompe al frente, cada uno volando en diferente dirección. Los que vienen atrás mantiene la línea hasta que llegan al punto de la ruptura, entonces ellos también rompen fila. Pocos segundos después uno de los pelícanos comienza a volar en la dirección original y entonces los demás se reincorporan tras él y la línea se forma de nuevo. Estas alteraciones se sospechan sean intencional, una forma de cambiar posiciones para descansar.

No mantienen la misma altura todo el tiempo. Lo mismo descienden que ascienden, variaciones de hasta 10 metros y más. Muy interesante porque los pelícanos en la línea no todos cambian de altura al mismo tiempo, es cuando llegan al punto donde el primero efectuó el cambio que cada uno cambia. Estos cambios no aparentan ser causados por el relieve topográfico, las lomas de arena y otras alteraciones en el terreno no afectan la altura del vuelo.

Velocidad de Vuelo: cuando están volando en uno de los dos patrones mencionados es usual que mantengan una velocidad de unos 50 kilómetros por hora, variando de acuerdo a la dirección del viento de 38 a 57 Km./hora. Claro, la velocidad del viento en sí es otro factor que puede afectar la velocidad del vuelo.

Despegue y Aterrizaje: El despegue y aterrizaje son efectuados de frente al viento. Este pelícano puede hacerse al aire como regresas a tierra o agua, desde cualquier superficie; tierra, agua y desde as ramas de los árboles. Hay veces se preparan antes de despegar estirando el pico o una de las alas; muy usual cuando se despiertan de una siesta y se disponen a despegar. Cuando son asustados, simplemente se hacen al aire de inmediato.

Cuando están despegando sólo les toma agitar las alas un par de veces y ya se empiezan a elevar. Hemos visto algunos salir del agua en línea vertical, pero usualmente dan un par de salticos y después se elevan.

Aterrizan con las alas abiertas del todo. Las patas extendidas hacia abajo. Tan pronto hacen contacto, con la tierra, agua o árbol, bate las alas un par de veces para mantener el balance y completo.

La adaptación para una vida acuática del Pelícano Pardo es bien desarrollada. Tal especialización hace que esta ave en la tierra sea algo torpe, pero tampoco llega al punto de deshabilitarlo en tal ambiente.

Los pies: Una membrana flexible conecta los cuatro dedos, como en todos los pelícanos. Muy similar a la de los patos, aunque que en los patos sólo conecta tres dedos. Esta membrana no impide que el pelícano pueda cerrar la palma de la pata; doblar los dedos como agarrando, tienen más dexteridad en los dedos que muchos patos. Esta flexibilidad les permite pararse en las ramas de los árboles y arbustos.

Cavidades de aire: Bajo la piel tiene cavidades de aire, aunque no tanto como en el Chajá. Estas cavidades sirven dos funciones en este pelícano. Una es absorber el impacto cuando se lanza en busca de su alimentación. La otra es ayudarlo a flotar, y flota como un corcho. Hay quienes dicen que flota alto y otros que tiene la línea de flotación baja; esto es a consecuencias de las cavidades.

Glándulas de aceite: Estas son las glándulas que tiene cerca de la cola y producen una secreción de aceite. Cuando el pelícano se acicala toma este aceite con el pico y se lo aplica a las plumas para que sean resistentes al agua. En el caso del Pelícano Pardo estas glándulas están bien desarrolladas. No sabemos como se le llaman a estas glándulas en español, en inglés el nombre propio es uropygial.

Grado de inteligencia: El comportamiento del Pelícanos Pardo es mucho más complejo de lo que es percibido a simple vista. Estas aves tienen un reputación de no ser muy astutas, algunos llegan a llamarlas tontas. Es indiscutible que algunas veces se comportan de tal manera. No hemos visto ningún estudio donde en realidad se haya calculado el grado de inteligencia en ellas pero sí hemos visto un par de reportes que demuestran todo lo contrario.

Comportamiento errático: Esta ave se comporta de forma sociable y calmada la mayor parte del tiempo. Pero si se les molesta cuando están incubando, especialmente por los seres humanos, pueden reaccionar de formas irracionales. En ocasiones se han vuelto erráticos, atacando a otros miembros de su especie.

Son robados y también roban: Estos pelícanos por lo general ignoran las otras aves más pequeñas que le roban los peces del pico. Pero no siempre son tan amistosos con las otras aves mayores. Lo mismo se les pueden ver pescando con otras aves como quitándole la presa a la competencia.

En cruz: No muy frecuente hemos visto al Pelícano Pardo adoptar la pose en cruz tan típica de los buitres americanos y los cormoranes. Después de una fuerte lluvia este pelícano ha empleado este método aparentemente para secarse las plumas. También lo hemos visto temprano en la mañana haciendo lo mismo, tal vez para secarse el roció que siempre ha sido notable en tales días.

Indiferencia total: Cuando llega la hora de procrear, los pelícanos pardos plantan el nido donde mejor les parezca a ellos. Si otra ave había seleccionado el mismo lugar es sin consecuencias. Hemos leído de ciertos casos donde los pelícanos han llegado y puesto su nido sobre nidos de otras aves con huevo o polluelos, los otros padres teniendo que abandonar la nidada. Suena como si fueran abusadores, tal vez lo sean, pero su actitud es más de indiferencia hacia las otras aves.

Mantenimiento: El mantenimiento de las plumas es de suma importancia entre las aves que vuelan. La anatomía de los pelícanos los hace lucir como payasos cuando desempeñan esta función. El mantenimiento de la bolsa aparenta ser absurda, si no grosera. En realidad no están tratando de atraer nuestra atención. Hay razones muy validas detrás de todas estas posturas.

Consumo diario: Un pelícano pardo normal y saludable come de 1.5 a 2 kilogramos (3 a 4 libras) de peces diario. Aquellos en cautiverio requieren la mitad de este consumo. Se estima que desde que salen del cascarón hasta que se valen por sí mismo cada pichón haya consumido 75 kilogramos de peces.

Dieta: La dieta consiste principalmente de peces de poca profundidad; sardinas, anchovetas, arenque, mújol, etc. Rara vez es complementada con crustáceos. Por supuesto que también come todo lo que los pescadores botan cuando limpian lo que han pescado. En tiempos de escasez se le documenta comer carroña.

Traslado a la zona de pesca: En busca de comida salen manadas de cinco a quince de estos pelícanos. Estos viajes los llevan hasta cuarenta kilómetros de la colonia. Usualmente se trasladan volando sobre la costa o el agua. Se sabe de casos donde prefieren volar algunos kilómetros antes de tomar una ruta más corta sobre tierra.

Método de pesca: El Pelícano Pardo obtiene su alimentación lanzándose al mar de picada. Compitiendo y actuando como lo hacen otras aves de mucho menor tamaño y de fisonomía más ágil. Mientras vuelan solitarios o en grupos buscan los peces que nadan cerca de la superficie. Esta operación por lo general la realizan a una altura de tres a diez metros sobre el agua. Aunque se les han visto lanzarse desde unos quince metros.

Trayectoria de la picada: Cuando el pelícano ven la presa, la cual puede ser un pez o una manada de ellos, el proceso comienza. Tomando ventaja a favor del viento se lanza al agua. La trayectoria puede ser de 90 grados con la superficie pero por lo general es de 30º a 45º.

La picada: La alas las llevan abiertas, extendidas hacia la parte posterior del cuerpo. La punta del pico apuntado directo a la presa, la cual puede encontrarse hasta medio metro bajo la superficie. Según le pez se desplaza, el pelícano corrige su trayectoria abriendo o cerrando las alas. El cuerpo girando con cada corrección. Centímetros antes del impacto las alas las extiende hacia atrás aun más, el cuello hacia delante a su máxima longitud.

Contacto con el agua: La punta del pico es la primera en hacer contacto, después el resto del alargado cuerpo. El pecho recibe gran parte del impacto el cual es absorbido por los numerosos sacos de aire bajo la piel. Según el pico va penetrando el pelícano lo abre, capturando de esta forma la presa. Junto con el pez también adquiere dos galones de agua. El pico lo cierra aun estando bajo del agua.

Comiéndose el pez: Todo se terminó para el pez en dos segundos después que el pelícano tocó el agua. Un minuto más tarde ya está en camino al estómago. El proceso incluye el tiempo que le tomo al pelícano botar el agua, acomodar al pez de cabeza y tragárselo de un tirón. La naturaleza les ha enseñado a las aves acuáticas a acomodar los peces para ingerirlos de cabeza. Aquellos que no lo hacen, si el pez abre las agallas, solo cometen el error una vez.

Los sacos de aire bajo la piel hacen que el pelícano retorne a la superficie de inmediato. Durante los pocos segundos que permanece bajo el agua gira 90 grados situándose en dirección contraria a la trayectoria de vuelo. Cuando se zambulle lo hace a favor del viento, cuando sale del agua se encuentra contra el viento. Después de sacar el agua de la bolsa - contrae la membrana y la expulsa por los lados del pico que permanece casi cerrado - alza el pico, mueve la cabeza y se traga al pez.

Picada abandonada: No todo los intentos son fructíferos. En ocasiones el proceso es terminado en el aire. Se dan los casos en que estas aves cambian de pensar a sólo centímetros de la superficie. El pelícano se reincorpora y continúa su vuelo como si nada hubiese pasado.

Cooperación entre los pelícanos: Muy usual ver varios pelícanos pescando juntos al igual que verlos solitarios. Excepto por tal vez indicarles a los demás donde está la manada de peces, se estima que aun en grupos cada pelícano pardo trabaja solo. No existe entre ellos la cooperación que vemos en los pelícanos blancos. También es muy usual ver otras aves participando en la operación. Aunque en el caso de las gaviotas, gaviotines y fregatas es más común ver a estos otros aprovechándose de la eficiencia de los pelícanos. Se les paran en la cabeza, los picotean y a fin de cuentas le roban los peces del mismo pico.

Consecuencias de la vejez: En las bajas y cristalinas costas de Puerto Rico y las Islas Vírgenes algunos pelícanos de avanzada edad se han matado en estas zambullidas. Los pelícanos han desarrollado cataratas en los ojos y aparentemente no han podido calcular la profundidad. Se han hallado algunos de estos con el cuello partido. Aparenta ser causado cuando chocan con el fondo.

Dudoso que un pelícano pardo se pueda considerar como una mascota para una persona del público en general. Estas aves tienen una disposición excelente para desempeñar tal papel. Son los requerimientos que exige esta especie lo que los descalifica como compañeros permanentes de los humanos. Estas son aves marinas de gran tamaño y su alimentación se basa de peces. A no ser que la persona haya perdido el sentido del olfato y este dispuesta a ver su casa destruida por la torpeza, no es recomendable que se adopte uno de estos pelícanos.

En los Estados Unidos, antes de que la populación de estas aves declinara en la década de 1960, algunos de estos pelícanos se acercaban a los muelles tal y como lo hacen hoy en día. En ciertos lugares encontraban hostilidad, teniendo que irse o terminar muerto. En otros lugares encontraban una cena de gratis y un lugar seguro donde descansar, entonces se quedaban. En la década de 1950, en los Cayos de la Florida, algunos residentes le ofrecían tanta seguridad que los pelícanos optaban por permanecer todo el año en el patio de la casa - en ciertos casos el océano Atlántico o Golfo de México forman parte de estos patios. Eventualmente algunos pelícanos se volvieron tan mansos que llegaron a ser considerados las mascotas de estas familias.

Aunque debemos reconocer que no sabemos de ninguna otra ave que se comporte tan noble como esta. Solo el tamaño con el largo pico es suficiente para asustar a cualquiera. Sin embargo, en los muelles los pescadores lo mismo le regalan las sobras, que les caen a palo. Hemos consultado unos cuantos relatos sobres estas aves y en ninguno de ellos hemos leído que los pelícanos hayan atacado o agredido en alguna forma a nadie. Con respecto a esta inquietud de nuestra parte, hemos preguntado a todas las personas que hemos visto y han tenido cierta relación con los pelícanos. Tanto los que los atienden en los parques zoológicos como en los muelles de pescadores se sorprenden de nunca haberlos visto reaccionar como es debido al trato que ciertas personas les dan. Si sabemos que son un poco pillos y no vacilan en robarse la carnada, pero de ahí no pasa.

En los Parques Zoológicos: El pelícano pardo cría libremente en cautiverio, tanto que se ha mezclado con el Pelícano Blanco Americano. En la naturaleza es normal una nidada por año; en cautiverio dos son las más comunes y se documentan hasta tres. Después del desastre de las décadas de 1960 y 1970 en América del Norte se ha puesto gran énfasis en procrear en cautiverio aquellos deshabilitados por vida. Fueron tan positivos los resultados que muchos de los pichones han sido soltados en la naturaleza, repoblando zonas donde fueron exterminadas por completo colonias que contaban con decenas de millares de ellos.

Otros nombres: Al Pelícano Pardo en México le llaman Pelícano Café y Pelícano Moreno; en otros lugares también se le llama Pelícano Café; y aunque no muy usado también se le refiere por Pelícano Castaño. En inglés se le conoce por Brown Pelican. En Brasil le llaman Pelecano.