José Martí |
Diario en Cuba, |
Circular |
A continuación presentamos la circular emitida por José Martí y Máximo Gómez el 28 de abril de 1895 en el campamento de Vuelta Corta.
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Circular |
Política de la guerra |
Cuartel General del Ejército Libertador |
Abril 28 de 1895.
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La guerra debe ser sinceramente generosa, libre de todo acto de violencia innecesaria contra personas y propiedades, y de toda demostración o indicación de odio al español.
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Con quien ha de ser inexorable la guerra, luego de probarse inútilmente la tentativa de atraerlo, es con el enemigo, español o cubano, que preste servicio activo contra la Revolución. Al español neutral, se le tratará con benignidad, aun cuando no sea efectivo su servicio a la Revolución.
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Todos los actos y palabras de ésta deben ir inspirados en el pensamiento de dar al español la confianza de que podrá vivir tranquilo en Cuba, después de la paz.
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A los cubanos tímidos y a los que más por cobardía que por maldad protesten contra la Revolución, se les responderá con energía a las ideas, pero no se les lastimarán las personas, a fin de tenerles siempre abierto el camino hacia la Revolución, de la que de otro modo huirían, por el temor de ser castigados por ella.
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A los soldados quintos se les ha de atraer, mostrándoles compasión verdadera por haber de atacarlos, cuando los más de ellos son liberales como nosotros y pueden ser recibidos en nuestras fuerzas con cariño.
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A los prisioneros, en término de prudencia, se les devolverá vivos y agradecidos.
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A nuestras fuerzas se les tratará de manera que se vaya fomentando en ellas, a la vez, la disciplina estricta y el decoro de hombres, que es el que da fuerza y razón al soldado de la Libertad para pelear; no se perderá ocasión de explicarles en arengas y conversaciones, el espíritu fraternal de la guerra; los beneficios, que el cubano obtendrá con la Independencia, y la incapacidad de España para mejorar la condición de Cuba y para vencernos.
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En cuanto a las propiedades, se respetarán todas aquellas que nos respeten, y sólo se destruirán, después de anuncios reiterados y de la prueba completa de su hostilidad, aquellas de que se sirva o asile habitualmente el enemigo: o alberguen al cubano que hace armas contra la Revolución.
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El desarrollo de la guerra irá precisando más en este punto, la benevolencia o de rigor: por hoy, la regla ha de ser servirse de los auxilios de los propietarios, para las necesidades legitimas de la Guerra, de alimentación, vestuario, y en casos posibles, de armas y parque.
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La guerra se debe mantener del país; pero no debe exigirle más de lo necesario para mantenerse, salvo en los casos probados de que se preste mayor o igual auxilio al enemigo, del prestado a la Revolución.
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El Delegado | El General en Jefe |
José Martí | Máximo Gómez |
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