Martí, Gómez y sus acompañantes salieron de Cajobabo el 12 de abril y ese mismo día por la tarde llegaron a la Cueva de Juan Ramírez. Aun se encuentran en la región del Municipio de Baracoa.

13. -Viene Abraham Leyva, con Silvestre cargado de carne de puerco, de cañas, de buniatos, del pollo que manda la Niña. Fernando ha ido a buscar el práctico. -Abraham, rosario al cuello. Alarma; y preparamos, al venir Abraham, a trancos. Seguía Silvestre con la carga; a las 11. De mañana nos habíamos mudadado a la vera del rio, crecido en la noche, con estruendo de piedras que parecía de tiros. -Vendrá práctico. Almorzamos. Se va Silvestre. Viene José a la una con su yegua. Seguiremos con él. -Silbidos y relinchos: saltamos: apuntamos: sin Abraham. -Y Blas. -Por una conversación de Blas supo Ruen que habíamos llegado, y manda a ver, a unírsenos. Decidimos ir a encontrar a Ruen al Sao del Nejesial. -Saldremos por la mañana. Cojo hojas secas, para mi cama. -Asamos buniatos.

Rafael Lubian y Arias en “Martí en los Campos de Cuba Libre” publicado en 1953, nos presenta detalles de la Cueva de Juan Ramírez y lo relacionado con Martí, Gómez y sus acompañantes durante el avance de su expedición:

“"La Cueva de Juan Ramírez", antiguo campamento mambí y que el General Gómez llamó en su Diario, "El Templo", está en la falda de una loma bastante alta, situada cerca del río Tacre, en su margen derecha y cubierta completamente de manigua. Durante la noche el río hizo una crecida y los expedicionarios tuvieron que mudarse por la mañana para un lugar cercano. Acampados en este lugar recibieron noticias de Félix Ruenes, y deciden ir al encuentro de éste, al día siguiente, en "Sao del Najesial", situado en el camino hacia la "Casa de Tavera". En la "Cueva de Juan Ramírez" permanecieron acampados durante los días 12 y 13.

“Al amanecer del día 14 a las cinco de la mañana emprenden la marcha hacia el próximo campamento que lo será "La Casa de Tavera". El recorrido lo hacen por el lecho del río "Tacre" en una extensión de 3 kilómetros, abandonándolo para seguir la marcha por unas lomas donde no existen trillos ni caminos de ninguna clase. En el trayecto, Marcos del Rosario mata la primera jutía que comen los expedicionarios. Llegan a "Sao del Najesial" y allí esperan la llegada de Félix Ruenes. Poco tiempo después de estar en este lugar, llega la guerrilla de Ruenes, a quien hacen un caluroso y entusiasta recibimiento. Poco rato después continúan la marcha, pasando por el "Arroyo-Carlos" antes de llegar a la espesura del monte, donde se encontraba situada la casa de Miguel Tavera, habiendo recorrido desde el anterior campamento hasta allí 12 Kms. 55 Mts.”