Damisela Diario de José Martí en Cuba, en Madre Vieja.

José Martí - Diario - Madre Vieja. Bandera de Cuba.

José Martí
 La Edad de Oro
 Ismaelillo
 Versos Sencillos
 Versos Libres
 Versos
 Crónicas y Ensayos
 Discursos
 Epistolario
 Presidio Político
 Críticas y Comentarios

Diario en Cuba
Playitas
Cajobabo
Cueva de Juan Ramírez
Casa de Tavera
Vega Batea
Palmarito
Pozango
Palenque
Madre Vieja
Los Ciguatos
La Yuraguana
Malabé
Iguanabo
Vuelta Corta
Aguacate
Kentucky
Rita Perdomo
La Yaya
La Mejorana
Jagua
La Güira
Bio
Altagracia de Venero
Travesía
Dos Ríos
La Vuelta Grande


José Martí
Diario en Cuba,
campamento de Madre Vieja


La madrugada del 21 de abril salen de Palenqueen dirección hacia Madre Vieja. Llegan al río Sabanalamar (el cual sirve de límite al menos en parte entre los municipios de Baracoa y Guantánamo) donde tienen la oportunidad de bañarse y lavar la ropa. Pasan dos noches en este campamento,


Playitas a Madre Vieja. Camino que hasta ahora Martí, Gómez y acompañantes han recorrido y se encuentra descrito en este diario de José Martí.



Abril 21. -A las 6 salimos con Antonio, camino de San Antonio. En el camino nos detenemos a ver derribar una palma, a machetazos al pie, para coger una colmena, que traen, seca, y las celdas llenas de hijos blancos. Gómez hace traer miel, exprime en ella los pichones, y es leche muy rica. A poco, sale por la vereda el anciano negro y hermoso, Luis González, con sus hermanos, y su hijo Magdaleno, y el sobrino Eufemio. Ya el había enviado aviso a Perico Pérez, y con él, cerca de San Antonio, esperaremos la fuerza. Luis me levanta del abrazo. ¡Pero qué triste noticia! ¿Será verdad que ha muerto Flor, el gallardo Flor?, -que Maceo fue herido en traición de los indios de Garrido; que José Maceo rebanó a Garrido de un machetazo? Almorzábamos buniato y puerto asado cuando llegó Luis- ponen por tierra, en un mantel blanco, el casabe de su casa. Vamos lomeando a los charrascales otra vez, y de lo alto divisamos al ancho río de Sabanalamar, por sus piedras lo vedeamos, nos metemos por sus cañas, acampamos a la otra orilla. -Bello, el abrazo de Luis, con sus ojos sonrientes, como su dentadura, su barba cana al rape, y su rostro, espacioso, sereno, y de limpio color negro. El es padre de todo el contorno, viste buena rusia, su casa libre es la más cercana al monte. De la paz del alma viene la total hermosura a su cuerpo ágil y majestuoso. De su tasajo de vaca y sus plátanos comimos mientras él fue al pueblo, y a la noche volvió por el monte sin luz, cargado de vianda nueva, con la hamaca al costado, y de la mano el cataure de miel lleno de hijos. -Vi hoy la yaguama, la hoja fénica que estanca la sangre, y con su mera sombra beneficia al herido "machuque bien las hojas y métalas en la herida; que la sangre se seca". Las aves buscan su sombra. Me dijo Luis el modo de que las velas de cera no se apagasen en el cansino, y es empapar bien un lienzo, y envolverlo alrededor, y con eso la vela va encendida y se consume menos cera. -El médico preso, en la traición a Maceo, ¿no será el pobre Frank? ¡Ah,-Flor!


Abril 22. -Día de espera impaciente. -Baño en el río, de cascadas y hoyas y grandes piedras y golpes de cañas a la orilla. Me lavan mi ropa azul, mi chamarreta. A mediodía vienen los hermanos de Luis, orgullosos de la comida casera que nos traen: huevos fritos, puerco frito y una gran torta de pan de maíz. Comemos bajo el chubasco; y luego, de un macheteo, izan una tienda techada con las capas de goma. Toda la tarde es de noticias inquietas: viene desertado de las escuadras de Guantánamo un sobrino de Luis, que fue a hacerse de arma, y dice que bajan fuerzas; otro dice que de Baitiquirí, -donde está de teniente el cojo Luis Bertot traidor en Bayamo, han llegado a San Antonio, dos exploradores, a registrar el monte. Las escuadras, de criollos pagados, con un ladrón feroz a la caza hacen la pelea de España, la única pelea temible en estos contornos. A Luis, que vino al anochecer, le llegó carta de su mujer: que los exploradores, -y su propio hermano es uno de ellos- van citados por Garrido, el teniente ladrón, a, juntársele a la Caridad y ojear a todo Cajuerí; que en Vega Grande y los Quemados y en muchos otros pasos nos tienen puestas emboscadas.- Dormimos donde estábamos, divisando el camino.- Hablamos hoy de Céspedes y cuenta Gómez la casa de portal en que lo hallo en las Tunas, cuando fue, en mala ropa, con quince rifleros a decirle como subía, peligrosa, la guerra desde Oriente. Ayudantes pulcros, con polainas.- Céspedes: kepis y tenacillas de cigarros. La guerra abandonada a los gefes, que pedían en vano dirección, contrastaba con la festividad del cortejo tunero. A poco, el gobierno tuvo que acogerse a Oriente. "No había nada, Martí" -ni plan de campaña, ni rumbo tenaz y fijo. -Que la sabina, olorosa como el cedro, da sabor y eficacia medicinal, al aguardiente. -Que el té de yagruma, -de las hojas grandes de la yagruma, -es bueno para el asma. -Juan llego, el de las escuadras, él vio muerto a Flor, muerto, con su bella cabeza fría, y su labio roto, y dos balazos en el pecho; el 10 lo mataron. Patricio Corona, errante once días de hambre, se presento a los voluntarios. Maceo y dos más se juntaron con Moncada. -Se vuelven a las casas los hijos y los sobrinos de Luis.- Ramón, el hijo de Eufemio, con su suave tez achocolatada, como bronce carmíneo, y su fina y perfecta cabeza, y su ágil cuerpo púber, -Magdaleno, de magnífico molde, pié firme, caña enjuta, pantorrilla volada, muslo largo, tórax pleno, brazos graciosos, en el cuello delgado la cabeza pura, de bozo y barba crespa -el machete al cinto y el yarey alón y picudo. -Luis duerme con nosotros.




Rafael Lubian y Arias en “Martí en los Campos de Cuba Libre” publicado en 1953, nos presenta datos de lo ocurrido el 21 y 22 de abril y del campamento de Madre Vieja:


“Duermen esa noche del 21 en "Madre Vieja" y al día siguiente continúan acampados en el mismo lugar. Es un día de espera impaciente, y de noticias inquietantes. Se bañan en el río Sabanalamar y lavan sus ropas. Almuerzan bajo la lluvia envueltos en sus capas de goma y esperan prácticos y noticias.”


Continúa Rafael Lubian y Arias:


“Duermen esa noche del 22 en este campamento y se levantan muy temprano, para emprender la marcha. Salen monte abajo como a las 8 de la mañana. Van en dirección de "Los Ciguatos". Como en el anterior recorrido el camino es por la orilla del río atravesándolo varias veces. A una distancia bastante grande del camino que llevan, y en dirección suroeste puede verse la loma "San Antonio". Un kilómetro antes de llegar a "Los Ciguatos", lugar escogido para acampar, vadean el río "Los Ciguatos". Cercano a "Los Ciguatos" está la loma conocida por "La Cabezada de los Ciguatos". Al campamento llegan cerca de las dos de la tarde después de haber caminado 10 Kms. 30 Mts.”



José Martí
| Obras Literarias | Breve Cronología | Bibliografía |
| Diario en Cuba |

| Literatura Cubana | Autores Cubanos |
| Literatura Hispanoamericana |
| Detalles de nuestra literatura | Damisela.com |


Gracias por visitarnos


Última Revisión: 25 de Septiembre del 2007
Todos los Derechos Reservados

Copyright © 2007 by Mariano Jimenez II and Mariano G. Jiménez and its licensors
All rights reserved