Damisela Diario de José Martí en Cuba, en Vega Batea.

José Martí - Diario - Vega Batea. Bandera de Cuba.

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José Martí
Diario en Cuba,
campamento de Vega Batea


Al mediodia del 16 de abril Martí, Gómez y acompañantes emprende su marcha desde la Casa de Tavera donde el día anterior el General Gómez, como General en Jefe y en Consejo de Jefes, había acordado a la vez de reconocer a José Martí como el Delegado del Partido Revolucionario Cubano nombrarlo Mayor General del Ejército Libertador de Cuba.




Abril 16. -Cada cual con su ofrenda -buniato, salchichón, licor de rosa, caldo de plátano. -Al mediodía, marcha loma arriba, río al muslo, bello y ligero bosque de pomarrosas, naranjas y caimitos. Por abras tupidas y mangales sin fruta llegamos a un rincón de palmas, y al fondo de dos montes bellísimos. -Allí es el campamento. La mujer india de ojos ardientes, rodeada de 7 hijos, en traje negro roto, con el pañuelo de toca atado a lo alto por las trenzas, pila café. La gente cuelga hamacas, se echa a la caña, junta candela, traen caña al trapiche para el guarapo del café. Ella mete la caña, descalza. -Antes, en el primer paradero, en la casa de la madre e hijona espantada, el General me dio a beber miel, para que probara que luego de tomarla se calma la sed. Se hace ron de pomarrosa. -Queda escrita la correspondencia de N. Y., y toda la de Baracoa.


Abril 17. -La mañana en el campamento. -Mataron res ayer y al salir el sol, ya están los grupos a los calderos. Domitila, ágil y buena, con su pañuelo egipcio, salta al monte y trae un acopio de tomates, culantro y orégano. Uno me da un chopo de malanga. Otro, en taza caliente, guarapo y hojas. -Muelen un mazo de cañas. Al fondo de la casa, la vertiente con sus sitieríos cargados de cocos y plátanos, de algodón y tabaco silvestre: al fondo, por el río, el cuajo de potreros; y por los claros, naranjos, alrededor los montes, redondos, apacibles: y el infinito azul arriba con esas nubes blancas, y surcan perdidas... detrás la noche. -Libertad en lo azul. -Me entristece la impaciencia.- Saldremos mañana. -Me meto la Vida de Cicerón en el bolsillo en que llevo 50 cápsulas. Escribo cartas. -Prepara el General dulce de raspa de coco con miel. Se arregla la salida para mañana. Compramos miel al ranchero de los ojos azorados y la barbija.- Primero, 4 reales por el galón, luego, después del sermón, regala dos galones. -Viene Saraguita -Juan Telesforo Rodríguez, ya no quiere llamarse Rodríguez, porque ese nombre llevaba de práctico de los españoles, - y se va con nosotros. Ya tiene mujer. Al irse, se escurre. -El pájaro, bizambo y desorejado, juega al machete; pie formidable; le luce el ojo como marfil donde da el sol en la mancha de ébano. -Mañana salimos de la casa de José Pineda:- Goya, la mujer. -(Jojó arriba).




En este campamento Martí termina la carta a Gonzalo de Quesada y Benjamín Guerra, le escribe a Tomás Estrada Palma y a Carmen Miyares, Carmen, María, Manuel y Ernesto Mantilla.


Rafael Lubian y Arias en “Martí en los Campos de Cuba Libre” publicado en 1953, nos presenta datos del campamento de Vega Batea:


“"Vega Batea" fue el lugar escogido por Martí y sus compañeros para campamento precisamente por estar muy oculto, y ser uno de los pocos lugares que no frecuentaban las tropas españolas en sus recorridos. Allí se encontraba la casa de José Pineda, de familia cubana, legítimamente cubana, pues son descendientes de indios. Acampan en esta casa, y después de colgar sus hamacas, tomar café con guarapo y descansar, se dedican a escribir su correspondencia para New York y para la zona de Baracoa...”


Continúa Rafael Lubian y Arias y nos permite ver la seriedad del gran peligro que corrieron Martí, Gómez y demás en estos lugares:


“Pasan en este campamento también la noche del 17 y a la mañana siguiente, a las 9 y media, salen en dirección a "Palmarito". Este recorrido será uno de los más difíciles, si no el más difícil de toda esta ruta. De "Vega Batea" a "Palmarito" no existen veredas, caminos, ni siquiera trillos; todo el recorrido lo hacen sobre las lomas, muchas veces abriéndose paso con el machete por la espesura de la manigua. Todo este trayecto, como antes dije, es montañoso, y a unos 4 kilómetros antes de llegar a "Palmarito", se comienza la ascensión de la loma "Pavano" una de las más altas de esta comarca. Esta loma tiene casi un kilómetro de extensión, habiendo en ella pasos muy difíciles sobre todo para las personas que la cruzan a caballo. Desde allí se divisan paisajes preciosos y es tan alta que muchas veces pudimos ver algunas nubes volando más bajas que los lugares de la misma en que nos encontrábamos.


“Hay siempre allí una densa niebla cubriendo los árboles y el terreno, y tan pronto se llega al monte de grandes árboles de penetrante olor a resina se siente un frío húmedo que cala hasta los huesos y moja la ropa en pocos minutos. Cuando nos encontrábamos haciendo el recorrido de esa ruta, la "Comisión Histórica", que por la iniciativa y bajo la dirección de Arturo R. de Carricarte, notable periodista y ferviente martiano, reconstruyó la misma en el año 1922, y de cuya Comisión formaba parte el General Enrique Loynaz del Castillo, con motivo del brusco cambio de temperatura que tuvimos al ascender esta loma, el General contrajo una aguda bronquitos que lo obligó a separarse de la "Comisión Histórica" al llegar a "Imías". También, y debido a esta humedad se enfermó de bronconeumonía el soldado Rufino González que nos acompañaba y el cuál fue enviado apresuradamente a Guantánamo. Al cruzar esta loma perdimos un caballo que cayó rodando por una de sus laderas. Su jinete cayó con el, salvándose de morir por haber quedado agarrado a uno de los innumerables árboles que hay en ella. El caballo rodó al abismo y fue rebotando entre los árboles y pedruzcos hasta quedar muerto en el fondo del barranco.


“Después de atravesar el "Pavano" se continúa por otras lomas, bastante altas también y cubiertas de una frondosa vegetación. Se continúa la marcha bajando hasta llegar a una loma llamada "Palmarito" en la que sólo existía una casa de guano, cuando visitamos este lugar, y en ella vivía María Delgado Frómeta. Este fue el lugar escogido por los expedicionarios para campamento y han recorrido hasta llegar a él 10 Kms. 334 Mts., siendo, sin duda alguna, el recorrido más difícil de toda la Ruta Gloriosa.”



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Última Revisión: 25 de Septiembre del 2007
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