¡Salve! patria afortunada |
porque hoy llega vencedora |
la veloz locomotora |
a tu hermosa capital: |
Cómo luce decorada |
de festones y banderas, |
por la música arrullada |
del vapor y del metal; |
y su frente coronada |
por la enseña del quetzal. |
Ya se viene suavemente |
como un cisne sobre el agua; |
ya remeda la corriente |
del Motagua bullidor |
o ya en rápida carrera |
con estrépito rugiente |
cruza el túnel, salva el puente |
en frenético temblor, |
ostentando en su alta frente |
la bandera bicolor. |
Mensajera de bonanza |
de riqueza y luz henchida, |
nueva fuerza y nueva vida |
ha venido a difundir; |
ella es numen y es venero |
de fecunda bienandanza, |
y en su frente de arduo acero |
se ven altas refulgir |
la concordia y la esperanza |
revelando el porvenir. |
Guatemala está de fiesta: |
se saludan los dos mares |
Y olorosos los pinares |
dan al viento su canción. |
Hoy el Presidente en nombre |
del trabajo y del derecho, |
de su triunfo satisfecho, |
rinde un lauro a la nación |
con la banda sobre el pecho |
y la fe en su corazón. |