En el Reino Animal, los félidos son animales mamíferos placentarios que se agrupan en la familia Felidae de los carnívoros. Esta familia está compuesta por animales con ciertas características similares a las que presentan el Gato Doméstico y el majestuoso León.

Se distinguen dos subgrupos en los félidos, referidos como subfamilias de la familia Felidae. El subgrupo de los “felinos”, también llamado de los gatos o félidos menores, es compuesto por la mayoría de las especies en la familia. En este grupo se incluye el Puma, el Guepardo, los linces y otras especies peculiares junto con un buen número de gatos que ocurren en la naturaleza, además del Gato Doméstico.

La otra subfamilia de los félidos es la de las “panteras”. A este subgrupo también se le refiere por los félidos mayores por ser aquí donde se asignan las especies de mayor tamaño, pero realmente, no es el tamaño lo que determina en que subfamilia se debe clasificar cada especie. Son seis especies las que aquí se incluyen: el León, el Tigre, el Jaguar, el Leopardo, el Leopardo de las Nieves y la Pantera Longibanda.

Los gatos (felinos) maúllan y las panteras rugen. En las panteras el hueso hyoid en la base de la lengua ha evolucionado a una estructura cartilaginosa que les permite rugir, aunque también pueden maullar. En los gatos el hueso permanece, que les permite maullar pero carecen de la flexibilidad requerida para rugir, aunque el Gato de Patas Negras sí puede rugir. Algunos autores consideran al Gato Jaspeado una pantera. ¿Sabía que el rugido de un león puede ser escuchado por una persona a una distancia de cinco kilómetros?

Excepto por Antártica, Oceanía y algunas islas (incluyendo Madagascar), la distribución natural de los félidos comprende prácticamente todo el mundo, aunque es difícil determinar los límites de la ubicación natural de algunas especies ya que han sido reducidas dramáticamente. La conservación de la mayoría de los animales agrupados en la familia Felidae es primordial; casi todos ellos se encuentran amenazados, siendo su exterminación muy real si no se mantienen en vigor las medidas de protección.

Muchas de estas especies demuestran preferencia por lugares donde la vegetación es densa (así como las selvas), mientras que otras habitan en las sabanas y praderas. Algunos se desenvuelven con gran eficiencia en climas calientes, otros habitan en regiones mucho más frías de lo que el cuerpo humano puede soportar. Se encuentran presentes desde las llanuras a nivel del mar hasta los picos nevados de los altos Himalayas y Andes.

Es cierto que muchas de estas especies prefieren no mojarse, a no ser que sea absolutamente necesario, pero eso no quiere decir que no puedan nadar. Dada la ocasión, muchos de ellos son excelentes nadadores. Al menos dos de los gatos prefieren ser pescadores y se les ven dentro del agua en los arroyos buscando su alimentación. Al Tigre en particular le encanta bañarse y no es nada extraño verlo nadando en aguas donde no da pie.

Característico de los félidos es la agilidad de sus movimientos, tanto trepando como corriendo. Algunas especies rara vez trepan árboles (los tigres y leones machos adultos), pero lo pueden hacer, y lo hacen dado el incentivo, o el capricho. Otros félidos, se pasan gran parte del tiempo en las ramas de los árboles, las leonas hasta se quedan dormidas allá arriba, y el Leopardo en África acostumbra esconder su presa alto en las ramas donde las hienas no logren alcanzarla.

Entre los carnívoros, los félidos son los depredadores más especializados. Los colmillos los tienen sumamente desarrollados, capaces de matar a sus víctimas (un ratón o una rata en el caso del Gato Doméstico, una cebra o un antílope cuando se trata de un león) de una mordida. El Jaguar tiene tanta presión en la boca y sus colmillos son tan fuertes que puede atravesar el carapacho de las tortugas grandes. Aun estos félidos no se pueden comparar con los tigres colmillo de sable que una vez existieron y eran tan félidos como los que aquí mencionados.

Los felinos y las panteras tienen las uñas retractables. Son capaces de controlar (o sacar) las uñas a su gusto o necesidad, lo cual les permite mantenerlas en perfecto estado hasta que surge la ocasión de emplearlas tanto para trepar (un árbol o la espalda de su propuesta víctima) como para ser usadas como armas casi tan mortíferas como lo son sus colmillos. El Guepardo posee el ligamento que hace posible el retraer las uñas, sin embargo, carece del protector que tienen los otros félidos donde las esconden.

Muchas de estas especies tienen los ojos adaptados para ver mucho mejor que la mayoría de todos los otros animales, tanto de día como de noche. La sensibilidad del tacto en los bigotes es a tal extremo que pueden caminar con los ojos vendados sin tropezar continuamente con obstáculos puestos a propósito en experimentos. El oído es capaz de oír frecuencias altas, mucho más altas de las que las personas oyen, en las que se comunican los roedores; una especie en particular, el Cerval, caza por oído. El olfato también lo tienen bueno, pero no tan desarrollado como otros carnívoros, y mucho menos que en los cánidos.

Estos mamíferos son verdaderos animales carnívoros, en su alimentación apenas se incluye sustancia vegetal. Todos los félidos son cazadores, algunos son mayormente pescadores. Normalmente se alimentan de aquello que atrapan, claro, en tiempo de hambre, o si están enfermos, todo es posible, y una oportunidad nadie la deja pasar. Todos demuestran, al menos hasta cierto nivel, tendencias de acechar la presa por sorpresa. El Gato Doméstico por muy manso que aparente ser, es magnífico en este respecto. En el caso del León, que es el único que se mantiene en manada (el resto son principalmente solitarios), las leonas efectúan emboscadas de considerada complejidad.