Los ñandúes son las aves más grandes de las Américas. Junto con los avestruces, los casuarios, los emúes, los kivis y otras aves ya extinguidas, pertenecen al grupo de aves conocido como las rátidas. Como las otras rátidas, los ñandúes no pueden volar. Se han adaptado a una vida terrestre, las piernas teniéndolas bien desarrolladas y fuertes.

En la naturaleza los ñandúes sólo habitan en América del Sur. Su ubicación se extiende hacia el norte hasta los llanos del Brasil, el Chaco boliviano y las altiplanicies de la Puna. Hacia el sur llega hasta la Patagonia.

Según los relatos, en un tiempo era muy normal ver al Ñandú Grande en grupos, en ocasiones contando hasta 30 de ellos, por las pampas argentinas. Todavía se ven en los pastos de las estancias junto con el ganado, pero no son tan numerosos como eran antes. A pesar que no ofrece peligro de extinción, es significante la reducción que ha sufrido esta ave. La otra, u otras, especie sí se encuentra en una situación más delicada, siendo varias de sus poblaciones consideradas en peligro de extinción.

A estas aves también se les conocen por avestruces americanos y muchos, muchísimos, otros nombres regionales. Algunos de estos otros nombres son de procedencia castellana, otros de las tribus indígenas oriundas de las extensas regiones donde habitan. Según tenemos entendido, el propio nombre ñandú es de procedencia guaraní.

Los ñandúes son de un temperamento bastante dócil y sociable. Hemos leído varios relatos donde se les han llegado a mantener como animales domésticos. También son muy inteligentes y pícaros. Tenemos por verídicos los cuentos de los jinetes gauchos cazándolos con las boleadoras. Los vaqueros sudamericanos tuvieron que optar por este sistema porque los ñandúes eran muy astutos y no se paraban tranquilos a una distancia donde las balas los alcanzaran. Entonces los perseguían a todo galope zigzagueando tras los ñandúes y una vez cerca le arrojaban las boleadoras al cuello o las patas o por donde lo pudieran atrapar.

Los ñandúes se clasifican en dos especies. El Ñandú Grande, o simplemente Ñandú, que habita en las regiones orientales y el Ñandú Petizo de menor tamaño. Este segundo se ubica al occidente, hacia los Andes, y en el sur del continente. El Ñandú Grande se clasifica en varias subespecies, las cuales son aceptadas por la mayoría de los naturalistas. Al Ñandú Petizo se le clasifica en tres subespecies, pero existe desacuerdo en esta división. Hay quien opina que el Ñandú de la Puna es una especie propia por sí misma.

Se han encontrado en Argentina y Brasil fósiles de aves en la familia Rheidae, o de un parentesco muy cercano, del Paleoceno medio, hace unos 60 millones de años (algunos científicos marcan a estos fósiles de hace unos 40 millones de años). No se sabe si estos fósiles son de antepasados de los ñandúes que existen en la actualidad.

Son numerosos los fósiles encontrados del Pleistoceno, de hace millón y medio a diez mil años, de aves en esta familia incluyendo al Ñandú Grande (Rhea americana).

Han probado que el Avestruz, el de África en la actualidad pero que hace cinco millones de años tenía parientes en toda Eurasia, es el pariente más cercano que tienen los ñandúes que conviven con nosotros.

América del Sur se separó de África hace unos 100 millones de años. Después se unió con América del Norte hace de dos y medio a tres millones de años, dando lugar a lo que algunos llaman el “Gran Intercambio de la Fauna”.

Hasta aquí es lo que la ciencia nos dice. El resto, bueno, ya nuevos descubrimientos nos dirán.

Agradecemos la amabilidad de Marco Robledo de la Argentina en ayudarnos a mejorar esta presentación. Gracias.