Hemos oído decir que Miami es la ciudad donde hay más lanchas en todo el mundo. No sabemos si es verdad, pero sí podemos afirmar que hay muchas lanchas aquí y en todo el resto del Sur de la Florida, desde Fort Lauderdale hasta Cayo Hueso y por la costa del Golfo hasta Tampa.

Hay personas que tienen lanchas y las guardan en el patio de su casa. La montan sobre un carrito diseñado para tal uso y la remolcan al agua cuando la quieren usar. Otras personas prefieren dejarla en la marina. Las marinas son lugares donde proveen estacionamiento y servicio a los botes y lanchas. Hay marinas que tienen unos armarios de hierro inmensos y ahí ponen las lanchas como si fueran libros en un estante. En el caso de las lanchas grandes, los yates, los arriman a un muelle donde los dejan amarrados. Cuando son muy grandes, los anclan cerca del muelle y usan un barquito para venir a tierra.

Hay dos tipos básicos de lanchas. Aquellas diseñadas para agua dulce y las de agua salada. Las de agua dulce se usan en los ríos y lagos. Las de mar, que son construidas de materiales muy resistentes al óxido, pueden ser usadas en agua dulce y agua salada. Entre las de mar las hay de motor y las hay de vela. Las pequeñas de motor pueden tener el motor dentro de borda o fuera de borda, las más grandes y los yates ya son de motor dentro de borda. En las de vela hay un sinfín de tipos diferentes. Claro, también se ven las motonetas y pequeñas lanchas de jets.

El mundo de los botes, lanchas y yates es un mundo en sí. No tanto en Miami, pero en otros lugares del Sur de la Florida hay hasta restaurantes y tiendas próximos a los canales y bahías; estos establecimientos proveen acceso a aquellos que deseen ir en botes. Muchas casas se encuentran situadas a la orilla del agua, con los automóviles parqueados en frente y los yates atrás. La policía tiene su departamento acuático y son tan, o tal vez más, estrictos que en tierra. Existen lanchas para rescatar aquellas que se rompen y personas dedicadas sólo al diseño y reparación de estos equipos; y cuando se rompe uno de estos motores, cobran un ojo de la cara por cualquier arreglito.

Después del paseo o pesca en bote, viene la parte divertida. Hay que limpiarlo por completo, eso es, si quiere que dure.