Miami esta situado próximo al mar. El litoral, en gran parte, son extensas playas de arena blanca. En esa arena disfrutan los residentes de Miami y los visitantes de todo el mundo, porque a fin de cuentas “En el mar, la vida es más sabrosa” y “En el mar, se goza mucho más...” tal y como decía aquella bella y popular canción cubana de los cincuenta.

Hay quienes vienen sólo a tomar sol. A aquellos que no conocen Miami, les recomendamos que usen loción para la piel; con la excepción de las lluvias torrenciales que caen de vez en cuando, el sol aquí raja las piedras. Otras personas prefieren darse un bañito. Eso también es saludable, si se hace con moderación. Por supuesto, hay quienes necesitan más para satisfacerse, y para ellos Miami también tiene. Podemos bucear, montar en lanchas, pescar, jugar voleibol, esquiar con esquíes o con paracaídas, o simplemente hacer castillos de arena.

Miami tiene un pequeño paseo frente al mar, precisamente en el Parque Bayfront que da a la Bahía de Biscayne, donde se puede ir a mirar la bahía y el tráfico de botes que por ella navegan. Es una actividad bien tranquila y el paseo tenemos que admitir que ni remotamente aun se puede comparar con la extensa Rambla de Montevideo o el Malecón de La Habana, y no tiene la belleza de la playa de Copacabana en Río de Janeiro, ni el misticismo de Victoria Embankment en Londres, o tal vez otras extraordinarias cualidades que han de tener tantos otros lugares semejantes e interesantes que han de existir en el mundo y nosotros no conocemos. Pero Miami está creciendo, siempre creciendo, y cuando ya los edificios del Centro estén finalmente ocupados, quien sabe, tal vez, podamos lograr algún reconocimiento por nuestro paseo a la orilla del mar. Por el momento, sí le aseguramos que en actividades acuáticas, la Bahía de Biscayne puede retar hasta al incansable Támesis en Londres.

Cuando hablamos de Miami y el mar, no podemos olvidarnos de las lanchas y yates diseñados para dar paseos propios del turismo que tanto los residentes como visitantes disfrutamos, y desde luego, los inmensos cruceros que parten de Miami rumbo a todos los puertos del Caribe y sus playas tropicales, estos barcos, ya son palabras mayores. A fin de cuentas, recuerde que en la arena o a bordo de uno de estos palacios flotantes, “En el mar, la vida es más sabrosa” y “En el mar, se goza mucho más...”