José de la Luz y Caballero fue uno de los hombres de ética y moralidad más pura y elevada que América ha producido. Es esta cualidad la que le reserva su lugar entre los escritores más destacado de Cuba, no su habilidad literaria o gramatical.
La pedagogía fue la labor a la que dedicó su vida, no la escritura. Sin embargo, dado el caso de defender una tesis filosófica o una crítica literaria, de la Luz y Caballero fue capaz de dejar sordo a varios. Colaboró con artículos en las publicaciones del momento. Escribió libros de texto, efectuó traducciones, y compuso discursos fúnebres. Tal vez su obra más sorprendente haya sido sus Aforismos, notas breves que fue escribiendo durante su vida, datos y observaciones relacionados con todo lo que le llamaba la atención. Pensamientos religiosos, científicos, humanos, que en muchos casos logran alcanzar un profundo misticismo. Como: |