Los sapos y las ranas son anfibios. La gran mayoría de los animalitos que encontramos en este grupo transcurren una transformación durante su desarrollo. En su etapa juvenil son acuáticos, la forma de su cuerpo semejando a la de un pez y respirando por medio de branquias. Durante la transformación o metamorfosis las aletas se desarrollan en patas, la cola desaparece, y la respiración se vuelve pulmonar. Sufriendo aun más cambios internos no tan fáciles de apreciar a simple vista.
Encontramos a las ranas y los sapos en prácticamente todo el mundo. Sólo se ausentan de las regiones árticas y los desiertos más áridos. Algunas especies viven la mayor parte de su vida adulta en el agua, mientras que otras son estrictamente terrestres. |