| En tu alcoba techada de ensueños, haz derroche |
| De flores y de luces de espíritu; mi alma |
| Calzada de silencio y vestida de calma, |
| Irá a ti por la senda más negra de esta noche. |
| . |
| Apaga las bujías para ver cosas bellas; |
| Cierra todas las puertas para entrar la Ilusión; |
| Arranca del Misterio un manojo de estrellas |
| Y enflora como un vaso triunfal tu corazón. |
| . |
| ¡ Y esperarás sonriendo, y esperarás llorando !... |
| Cuando llegue mi alma, tal vez reces pensando |
| Que el cielo dulcemente se derrama en tu pecho... |
| . |
| Para el amor divino ten un diván de calma, |
| O con el lirio místico que es su arma, mi alma |
| Apagará una a una las rosas de tu lecho ! |