¡Ay! Los mis lindos amores
idos son, que yo los vi:
quedóseme el nido aquí.
Con alma casta y gozosa
cuidaba yo mis cariños
como cuida de sus niños
la bella y cándida esposa.
Mas ¡ay! mi ternura hermosa
convirtióseme en dolores.
¡Ay! Los mis lindos amores
idos son, que yo los vi:
quedóseme el nido aquí.
No sé yo qué cazador
vibrando un dardo cruel,
hirió el mismo nido y dél
hizo fugar tanto amor.
Pero ignorarlo es msjor
para omitir sinsabores.
¡Ay! Los mis lindos amores
idos son, que yo los ví:
quedóseme el nido aquí.
Desierto el nido ha quedado,
y en él espero, a fe mía,
que resucite otro día
amor más afortunado.
Mientras, diré lastimado
a mis antiguos dolores:
¡Ay! Los mis lindos amores
idos son, que yo los ví:
quedóseme el nido aquí.
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