La Tortuga de Patas Rojas (Chelonoidis carbonaria) es una de las especies en las Tortugas Terrestres, o Tortugas de Tierra, (familia Testudinidae). Esta familia de tortugas se estudia en las Tortugas Criptodiras (suborden Cryptodira) que son las tortugas que retraen la cabeza dentro del carapacho, en diferencia de las tortugas pleurodiras que esconden la cabeza doblando el cuello lateral al cuerpo.
Distribución:
Esta tortuga es natural de América del Sur, América Central y algunas islas en el mar Caribe, donde al menos en algunas de las islas se estima que haya sido introducida por el hombre desde tiempos prehistóricos. En América del Sur su distribución comprende, probablemente siendo aun más extensa su presencia natural, desde el oeste de Brasil, Bolivia y Paraguay hasta Colombia, Venezuela, Surinam y Guyana. En América Central su presencia natural se limita a Panamá; ha sido introducida en Nicaragua. En los Estados Unidos, introducida por el hombre, se han documentado varios ejemplares sueltos en la naturaleza, aunque no aparenta estar establecida.
Hábitat:
Habita en las selvas húmedas, bosques que no se inundan y en lugares descampados, como las sabanas, llanos y otros lugares donde la vegetación que predomina es hierba.
Hábitos:
La Tortuga de Patas Rojas es de hábitos diurnos, siendo más activa durante la mañana y el atardecer. Durante las horas del mediodía tiende a esconderse en la sombra.
Alimentación:
La alimentación de los adultos es principalmente herbívora (hierbas, hojas, frutas maduras, hongos, flores); también come algunos invertebrados (insectos, babosas, termitas) y carroña.
Reproducción:
Esta tortuga se empareja todo el año. Los machos listos para criar tienden a demostrar cierta agresividad hacia los otros miembros de la especie de su mismo género, y en ciertos casos muerden a las hembras en la cabeza y el cuello, llegando algunas de las heridas a ser serias.
La puesta dura unos cinco a seis meses. En su estado natural es relacionada con la temporada de lluvias, usualmente comenzando a mediados o finales de las lluvias y terminando durante la seca. En estado natural y cautividad en algunos lugares comienza en mayo durando hasta septiembre; en otros lugares (en cautividad en Washington D.C., Fogel, 2010) es de junio a diciembre; aún en otras partes es de octubre a marzo. Es posible que de un año al otro en un mismo lugar la temporada de puesta se adelante o atrase uno o dos meses.
Las hembras depositan los huevos en huecos que ellas excavan (de acuerdo a Fogel, 2010, en la naturaleza también depositan los huevos en acumulaciones de hojas caídas). Es posible que una hembra ponga huevos varias veces en un mismo año, se documentan seis puestas por una hembra en una temporada. La puesta puede ser de dos a siete huevos, usualmente de cuatro a cinco, y se documentan hasta trece huevos.
Los huevos son de forma de elipsoide oblato. En la Tortuga de Patas Rojas, como en otras tortugas, el género de la tortuga por nacer es determinado por la temperatura a que el huevo es incubado. En esta especie los huevos incubados entre los 80ºF (26.7ºC) y 82ºF (27.8ºC) producen machos, mientras que los que son incubados a 88ºF (31.1ºC) o mayor temperatura producen hembras. Los huevos incubados a temperaturas intermedias, entre 82ºF (27.8ºC) y 88ºF (31.1ºC), pueden dar machos o hembras.
La incubación toma de 124 a 185 días, aunque de acuerdo a algunos autores puede llegar hasta los 228 días. En su estado natural las tortuguitas nacen a principio de la temporada de lluvias. Posiblemente no todos los huevos eclosionen el mismo día, documentándose una diferencia de veintinueve días entre el primero y el último. Al nacer el promedio del largo del carapacho es de 1.9 pulgadas (4.8 cm.), alimentada propiamente crece rápidamente, llegando a alcanzar un promedio de 3.2 pulgadas (8.1 cm.) al año.
Descripción:
El carapacho es alto y alargado de color gris oscuro, en algunos ejemplares con marcas amarillas o anaranjadas. El peto es marrón amarillento con algunas posibles marcas oscuras.
Las tortugas de esta especie en la cabeza demuestran coloración que puede ser de amarillo a anaranjado, en algunos ejemplares llega a ser hasta rojo relativamente intenso. La cantidad de coloración en la cabeza también varía de un individuo a otro, en algunos casos son apenas unas pintas, en otros la cabeza puede ser casi completamente roja. En muchas de estas tortugas se notan algunas escamas de coloración anaranjado a rojo en las patas delanteras, algunos individuos también tienen escamas del mismo color en las patas traseras y hasta en la cola. En cautividad se documentan ejemplares albinos.
Los machos, en promedio, son más grandes que las hembras, también el peto de los machos adultos es cóncavo mientras que en las hembras es plano. Otra diferencia sexual es que los machos tienen la cola más larga que las hembras.
Aunque no se reconocen subespecies de Chelonoidis carbonaria, existen diferencias geográficas en esta especie. Algunos adultos alcanzan un tamaño máximo en el carapacho de unos 25 cm. (10 pulgadas) mientras que otros llegan a lograr los 51 cm. (20 pulgadas). Estas diferencias de tamaños se estiman sean debidas a las variedades geográficas, que también se estima tenga cierta relación con el matiz y cantidad de coloración en la cabeza y el resto del cuerpo.
Esta tortuga en algunos lugares es parte de la alimentación de las personas. El mercado de mascotas ha demandado grandes cantidades de ejemplares; por fortuna, ver la sección de mascota, ya la exportación ha sido reemplazada con tortugas de patas rojas criadas en cautiverio.
Otros nombres:
A la Tortuga de Patas Rojas también se le llama “Jabotí”, “Karrumbé”, “Morrocoy”, “Morrocoy Negro”, “Morrocoy Sabanero”, “Morrocoyo”, “Tortuga Carbonera” y “Tortuga Negra”. En inglés se le conoce por “Red-Footed Tortoise”. En portugués por “Jabotí-piranga”.
Tortuga de Patas Rojas (Chelonoidis carbonaria)
Tortuga de Patas Rojas (Chelonoidis carbonaria) como Mascota:
La Tortuga de Patas Rojas (Chelonoidis carbonaria) es una especie bien establecida como mascota; existiendo, al menos en los Estados Unidos, una gran cantidad de criadores dedicados a esta tortuga. Lo que provee al aficionado con ejemplares menos expuestos a cambios en la dieta, enfermedades y posibles maltratos de viaje.
Temperatura:
Esta especie es natural de zonas tropicales, requiriendo una temperatura estable todo el año de unos 80ºF (26.7ºC). La temperatura puede variar unos tres o cuatro grados y por la noche puede bajar a 70ºF (21ºC) pero no es necesario crear estas variaciones de temperatura en cautividad. Temperaturas de menos de 65ºF (18ºC) por largo tiempo pueden ser fatales para esta especie. En alojamientos grandes es ideal proveerle un rincón caliente que se mantenga a unos 90ºF (32ºC), algunos criadores sugieren que una casa de perros con un bombillo de luz incandescente puede servir el propósito en lugares de clima húmedo que se mantenga a la temperatura deseada.
Alojamiento:
Los jóvenes de menos de 5 pulgadas (13 cm.) se pueden mantener una pareja en un terrario de unas 36 pulgadas (91 cm.) por 18 pulgadas (46 cm.). Cuando ya son mayores un recinto de 6 pies (2 metros) por 4 pies (1.3 metros) con paredes de 18 pulgadas (46 cm.) de alto ha de acomodar adecuadamente a una pareja de adultos. Si el recinto es a la intemperie, zonas de sombra deben de ser provistas. El piso no debe contener arena ya que eventualmente puede hacerle daño a la tortuga; también se debe evitar todo tipo de madera que la tortuga pueda ingerir y material que produzca polvo.
Agua: Es importante que las tortugas tengan acceso a agua fresca para beber. También donde darse un baño, pero esta agua debe de cambiarse y el depósito ser limpiado con regularidad ya que estas tortugas tienden a defecar en el agua cuando se están bañando.
Humedad: La humedad a que muchos criadores mantienen esta especie con excelentes resultados es entre un 70 y un 80 por ciento, lo cual se puede lograr con un humidificador si el recinto es interno y si es externo con una manguera de las que echan el agua en forma pulverizada; por lo general en las tiendas de reptiles mascotas venden instrumentos para medir la humedad y allí le pueden dar consejos de como lograr la humedad deseada.
Alimentación:
En cautividad la Tortuga de Patas Rojas responde bien a una dieta en su mayor parte consistente de verduras (espinacas, lechuga, diente de león, col, perejil) y vegetales (zanahorias, brócoli o brécol, frijoles verdes, calabaza amarilla), complementada con pequeñas cantidades de algunas frutas maduras (melones, frezas, manzana, uvas), teniendo cuidado con el plátano y el tomate que sólo se le debe de dar de vez en cuando. Las verduras, vegetales y frutas deben de ser picados en pequeños pedazos, del tamaño de una mordida de la tortuga, y mezclados entre sí para que la tortuga los pueda ingerir con mayor facilidad y no sólo coma de lo que más le gusta. Como complemento se le puede proveer mensualmente alguna babosa u otro tipo de invertebrado disponible en las tiendas de mascotas. Se recomienda que se le de suplemento de calcio, en las tiendas de mascotas de reptiles le pueden proveer el calcio en polvo o hueso de pescado.
Mantenimiento:
Una Tortuga de Patas Rojas mascota saludable requiere poco mantenimiento físico. Debido a su estado de cautividad las uñas tienden a crecerles, que si no son atendidas pueden llegar a afectarle el caminar. Lo más indicado es llevar la tortuga a un veterinario para que le corte la uñas, lo cual es un proceso muy similar al de cortarle las uñas a los perros.
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