Me dormí... la cabeza llena de los derroches |
De hechizos, monstruos, gemas de las Mil y una Noches. |
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Y soñe del Oriente, del fabuloso Oriente, |
De enigmas, de leyendas, de conjuros, de fieras, |
De filtros hechizados, de largas cabelleras. |
Hatchis, perlas, perfumes... La gran pereza ardiente. |
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El rostro pavoroso de la Esfinge durmiente, |
El gran sultán moreno, las hondas bayaderas |
De cuerpos misteriosos y ritmos de panteras, |
Y el fakir con siniestras pupilas de serpiente. |
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Es brillante mi corte, soy morena y sultana, |
Hacia un país lejano, una bella mañana, |
Paso por los desiertos en mi blanco elefante; |
Una ola de perfumes llevo en los negros rizos, |
Esgrimen mis pupilas sus más fuertes hechizos |
Y oculto un raro pomo con tapa de diamante ! |