Hoy en día, bueno antes del Internet, encontramos la obra infantil de Martí, La Edad de Oro, en las librerías y bibliotecas en forma de un libro. En realidad fue una revista mensual que Martí publicó para los niños, “y para las niñas, por supuesto”. Durante su larga estancia en Nueva York y en el proceso de preparar una revolución para liberar a Cuba de los abusos que cometía allí el Imperio Español, Martí nunca no se olvidó de “la esperanza del mundo”. Con un esfuerzo sobrenatural logró publicar esta obra para la posteridad de América. |
Por razones que no han de ser difíciles de imaginar en un hombre con tantas responsabilidades, Martí eventualmente tuvo que suprimir esta labor. Sólo cuatro números le fueron posibles imprimir. A pesar que todos los que hemos leído esta obra nos hemos maravillado, fue tan perfecta, que no se ha podido continuar. |